¿cuál es el gran placer argentino?

Sábado 15.05.2010
Que Pasa
Con Marcos Aguinis
"La Democracia argentina es hipócrita"
El escritor argentino vino a hablar del placer pero terminó hablando de su país.
Fernán R. Cisnero
Marcos Aguinis es un escritor prolífico. En su amplia bibliografía hay lugar para la novela, el cuento y el ensayo. Después de un panfleto (¡Pobre patria mía!) en el que alertaba sobre la situación en la Argentina de los Kirchner, en su último libro se dedica a un tema igual de insondable: el placer. Es así que en Elogio del placer (Sudamericana), Aguinis se "aleja de las malas ondas" repasa el goce de hacer las cosas que uno quiere, cómo eso ha intentado ser cercenado sistemáticamente pero también cómo siempre ha encontrado la manera de hacerse un lugar. Este es un resumen de una charla en la que Aguinis, más allá del tema de su nuevo libro, habla sobre una realidad argentina que le preocupa.

-¿Hay más posibilidades para el placer en estos tiempos?

-El tema del placer tiene que ver con las características del ser humano. El ser humano desea muchos placeres: sensoriales, sexuales, afectivos, del conocimiento, del arte, los amigos, la familia. Y eso no se puede prohibir. Pero ahí nos encontramos con una especie de confluencia entre el pensamiento más retrógrado y represivo de la Edad Media con el progresismo del siglo XXI.
-¿Cómo es eso?

-El progresismo, que viene desarrollándose con mucha intensidad desde la Revolución Francesa, llega a su máxima expresión cuando Marx formula la definición muy sintética de la sociedad comunista: una sociedad en la que cada uno recibe según su necesidad y aporta según sus posibilidades. Es una sociedad perfecta. Derechos individuales totalmente garantizados y la garantía de vivir sin necesidades y esa situación generaría un florecimiento de la creatividad, el goce, el placer y todas las cosas buenas que se puede ofrecer al ser humano. Ese es el camino del progreso. Pero después fue distorsionado ya que nos encontramos con que los progresistas a partir de la Revolución Rusa entran en un callejón sin salida al establecer una suerte de vanguardia lúcida infiltrada por burócratas mediocres. Y fracasa porque no logra que la sociedad socialista sea más exitosa, más productiva, más feliz que la sociedad burguesa. Eso lleva a que se comience a exaltar los fracasos de la sociedad socialista como éxitos, diciendo que la privación, la pobreza y el estoicismo es lo bueno. Pero eso no es lo que decía Marx, que pretendía que abundara todo. ¿Por qué es mejor Cuba que Canadá? Canadá es mejor que Cuba porque las cosas han ido mejor. Ahí hay una distorsión en la que se piensa que la austeridad y la pobreza es lo bueno. Y no es así.

-¿Usted dice, entonces, que el progresismo latinoamericano coarta la posibilidad de placer?

-Sí. Es cómplice de la decadencia y del atraso. Ese no es el camino. Tampoco acepto el camino del progreso en base a la explotación porque no es lo que buscamos. Un gran placer es evitar que haya esclavitud, conseguir la liberación de toda la sociedad, ser solidarios para que todos disfruten y no sólo una élite.

-¿Cuál es el gran placer argentino?

-En Argentina no gozamos de progresismo sino "fachoprogresismo". Hay un autoritarismo feroz, un gran retroceso en cuanto al valor de la institucionalidad y al respeto de los valores individuales, un ataque sistemático a la prensa y a los que piensan distinto al oficialismo por lo que Argentina está sufriendo una decadencia de la democracia.

-Argentina parecería tener una tendencia crónica a "lo facho".

-Argentina tuvo una línea, con altibajos y retrocesos, ascendente que comenzó a mediados del siglo XIX y siguió hasta la década de 1930. Ahí con el golpe de Estado y los que vinieron después comienza la decadencia argentina que ya tiene 80 años con un marcado proceso de deterioro. Los argentinos nos damos cuenta que el país continuó por ese rumbo y que no lo puede corregir.

-Usted recuerda en el libro que en la salida de la dictadura firmó una declaración contra la censura que hizo que alguien calificara a aquella democracia como pornográfica. ¿Cómo calificaría esta democracia de hoy?

-Hipócrita y usurpada. Está violando las instituciones y creando un clima de violencia tan grave que nos preguntamos si es una democracia o una falsa democracia.

-En todo hay una lección. ¿La aprenderán los argentinos?

-A los argentinos nos cuesta aprender. Los argentinos nos referimos a lo que ocurrió poco tiempo atrás para tomarlo como referencia. Así que aparentemente estamos superando los males de 20 años atrás. Pero no vamos a buscar qué provocó esos males. Si lo hiciéramos, nos daríamos cuenta que los males en Argentina empiezan en la década de 1920 con la llegada de las ideas fascistas. Desde entonces tenemos un lucha entre las ideas democráticas y las tendencias fascistas.

-Volviendo al placer. Sin generalizar, los argentinos parecen bastante adolescentes en ese tema.

-En los últimos 20 años se ha vivido un proceso de frivolización en Argentina. Cuando recuperamos la democracia, hubo un impulso casi ejemplar por la cultura. Pero eso comenzó a decaer. En la década de 1990 en la etapa menemista se farandulizó casi todo y ahora está el fachoprogresismo con los Kirchner que no está la farándula pero sí una tremenda corrupción que deja pequeña a la corrupción de Menem. Esta es una etapa bastante difícil y se genera un apagón en materia cultural.

(fuente: elpais.com.uy)

No hay comentarios:

followers